Primeros Frutos 

Uno de los principios más poderosos de la biblia es el principio de la siembra y la cosecha. Este principio se encuentra entretejido en las verdades fundamentales de la biblia. El pueblo de Israel ofrendaba a Dios los primeros frutos del año para reconocer que Dios es quien suple todos lo que tienen y dar gracias por la cosecha del año entrante. El principio de la siembra y la cosecha es fácil de entender, Dios bendice abundantemente aquellos que siembran una porción de lo que ha recibido en la obra de Dios. Todo lo que siembres en Dios, Dios lo multiplicara. Tu decisión de sembrar una porción de tu cosecha en el reino activa en tu vida la bendición de una gran cosecha en el futuro. Al principio del año, separamos una ofrenda especial y la sembramos en el reino de Dios. Creemos que Dios bendice grandemente a todos aquellos que siembran a una porción de los primero que han recibido en el año.  

Todo lo que hacemos para Dios necesita fe. La siembra de los primeros frutos es hecha con la certeza y convicción de que Dios bendice a todos los que confían en sus promesas. Ofrendar a Dios es un acto de fe y todos los que escogen participar lo hacen en fe. Dios siempre honra a aquellos que confían él.   Veamos algunos principios acerca de la siembra y la cosecha. 

  

1-Principio establecido por Dios desde el principio.  

Génesis 8:22 Nueva Versión Internacional (NVI)  

22 »Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches.»  

  

2-El principio de la siembra y la cosecha afecta a todos los seres humanos. Si siembras maldad recibirás la cosecha de tu maldad, si siembras para Dios de Dios recibirás una gran recompensa. Dios nos motiva continuamente hacer el bien porque a su debido tiempo cosecharemos.  

Gálatas 6:7-9 Nueva Versión Internacional (NVI)  

7 No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. 8 El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.  

  

3-Dios quiere los primeros frutos, la primera porción. La ofrenda de la primera porción reconoce que tu cosecha presente viene de Dios y declara confianza de una nueva cosecha en el nuevo año.  

Levítico 23:9-14     Nueva Versión Internacional (NVI)  

Fiesta de las Primicias  

9 El Señor le ordenó a Moisés 10 que les dijera a los israelitas: «Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar, y sieguen la mies, deberán llevar al sacerdote una gavilla de las primeras espigas que cosechen. 11 El sacerdote mecerá la gavilla ante el Señor para que les sea aceptada. La mecerá a la mañana siguiente del sábado. 12 Ese mismo día sacrificarán ustedes un cordero de un año, sin defecto, como holocausto al Señor. 13 También presentarán cuatro kilos de harina fina mezclada con aceite, como ofrenda de cereal, ofrenda por fuego, de aroma grato al Señor, y un litro de vino como ofrenda de libación. 14 No comerán pan, ni grano tostado o nuevo, hasta el día en que traigan esta ofrenda a su Dios. Éste será un estatuto perpetuo para todos tus descendientes, dondequiera que habiten.  

Deuteronomio 18:4 Nueva Versión Internacional  

4 También les darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, así como la primera lana que esquiles de tus ovejas.  

  

4-Dios desea que sus hijos prosperen de manera que el proveen semillas para que ellos siembren, También, Dios se encarga de multiplicar esa semilla. Todo podemos sembrar en el reino de Dios porque Dios suple para que sembremos.  

2 Corintios 9:8-10Nueva Versión Internacional (NVI)  

8 Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. 9 Como está escrito: «Repartió sus bienes entre los pobres;  
su justicia permanece para siempre.»  10 El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia.  

  

5-Nuestra cosecha depende de nuestra siembra. No podemos violar este principio, si sembramos poco recibiremos en poco. Piensa en una persona que siembra una semilla de frutas y recibe un árbol de frutas. La cantidad de su cosecha estuvo limitada a la semilla que sembró. Aunque ese árbol producirá muchas frutas, será menor que aquel que decidió sembrar diez semillas de frutas y reciba una gran cosecha. No te límites de sembrar en el reino sabiendo que todos lo que siembres Dios lo multiplicara.  

2 Corintios 9:6-7 Nueva Versión Internacional  

6 Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.[a] 7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.  

  

6-La decisión de cuanto vas a sembrar procede de tu corazón y tu fe para creer en la promesa de Dios.  

2 Corintios 9:6-7 Nueva Versión Internacional  

6 Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.[a] 7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría  

Hebreos 11:1,4,6  

11 Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. 2 Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.  4 Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía.  6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.  

Lucas 21:1-4 Reina-Valera 1960  

21  Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.  2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.  3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.  4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.